Oscars 2013: la delgada línea entre lo previsible y lo inesperado.

Oscars 2013: la delgada línea entre lo previsible y lo inesperado.

Nota: aún no somos el blog de blogs de cine que pretendemos ser, y por fallos de logística lo de informar de la ceremonia en directo se nos fue de las manos.

85th Academy Awards - Press Room

Para sorpresa de un servidor, fracaso de Lincoln, y eso que yo veía conspiraciones por todas partes para que el biopic se llevase todos los galones. Se tuvo que conformar con el de mejor actor, el tercero en la carrera de Daniel Day-Lewis por una actuación hinchada como nos tiene acostumbrados el irlandés, y que le convierten en el más galardonado de la historia en su categoría. La vencedora, Argo, lo cual pronuncia aún más si cabe la ausencia de Ben Affleck entre los nominados a la mejor dirección, galardón que se llevó sorprendentemente Ang Lee por La vida de Pi, que fue la más premiada, con 4 estatuillas. Fue una gala en la que se luchó por sorprender, marcadamente musical tanto por la presencia en sí misma de un musical entre las candidatas como por el homenaje a los 50 años de la saga James Bond y a la música que la ha acompañado, excesivamente larga (me extrañaría que a estas horas hubiese algún norteamericano que no tenga ya un Galaxy por la machacona publicidad) pero, inevitablemente, con varias decepciones.

La gala empezó muy dinámica, con Seth Macfarlane introduciendo gags y chistes de fabricación propia, cameo del capitán Kirk, gran momento musical con «We saw your boobs» citando las películas en las que las actrices presentes enseñaban teta, y en general muy entregado a la causa. Los primeros premios se entregaron muy rápido. Christoph Waltz, marcadamente emocionado, recogió su segundo Oscar por su segunda colaboración con Tarantino. Este dúo no va a querer separarse, han conformado una de las parejas director-actor que mejor funcionan. Quizá una de las sorpresas negativas fue Brave en la categoría de largometraje de animación. ¿Se lo merecía más que Rompe Ralph? Lo dudo. Permitidme ser obvio con el adjetivo, pero la película del universo de los videojuegos es más rompedora, y sin duda más fresca.

El Oscar para Adele por su Skyfall estaba cantado (tadúm chás) desde las propias nominaciones. Igual que el premio a Anne Hathaway, que no premiarla hubiese sido injusto. Premiar a Jennifer Lawrence a la mejor actriz significa pasarla del escalón de joven promesa a varios más por encima, y tampoco tenía pesos pesados como competencia, así que tampoco hay que considerarlo como una sorpresa. Y otros dos de los firmes y merecidos candidatos que se llevaron el gato al agua: Argo y Django Unchained en las categorías de guion. El discurso de Tarantino, uno de los más vigorizantes y dinámicos recogiendo su segundo Oscar.

Poco más que comentar. Con los técnicos no me voy a meter porque es un terreno para agrandar las arcas en el cual incluso hubo alguna estatuilla que compartir. Han sido unos premios muy repartidos, algo que era inevitable al no haber una firme candidata como en ediciones anteriores. La sorpresa, la derrota de Lincoln, que salvó los muebles gracias a Day-Lewis. La decepción, que una película sobrevalorada como La vida de Pi fuese reconocida en tal desmesurada proporción. La alegría, que Argo se llevase el premio principal, justo reconocimiento para la que preveía que se iba a ir con poca cosa.

Mejor película: Argo

Mejor director: Ang Lee, por La vida de Pi.

Mejor actor: Daniel Day-Lewispor Lincoln.

Mejor actriz: Jennifer Lawrence, por Silver Linning Playbook.

Mejor guion original: Quentin Tarantino, por Django Unchained.

Mejor guion adaptado: Chris Terrio, por Argo.

Mejor actor de reparto: Christoph Waltz, por Django unchained.

Mejor actriz de reparto: Anne Hathaway, por Los Miserables.

Mejor película animada: Brave.

Mejor fotografía: La vida de Pi.

Mejor vestuario: Anna Karenina.

Mejor documental: Searching for Sugar man.

Mejor montaje: Argo.

Mejor maquillaje y peluquería: Los Miserables.

Mejor música: Mychael Danna, por La vida de Pi.

Mejor cancion original: «Skyfall» de Adele, por Skyfall.

Mejor diseño de producción: Lincoln.

Mejor montaje de sonido: compartido entre Skyfall y Zero Dark Thirty.

Mejor mezcla de sonido: La vida de Pi.

Mejores efectos visuales: La vida de Pi.

Mejor corto animado: Paperman.

Mejor corto documental: Inocente.

Mejor corto de acción real: Curfew.

Acerca de los Oscars.

Partiré de la base de que los Oscars premian al mejor postor, por lo tanto el berrinche que me llevo cada año con los resultados es de tal magnitud que se se ha aprobado un presupuesto especial para la creación de telas de mayor resistencia para hacer camisas de fuerza capaces de amordazarme. Dicho esto, asumo que los Oscars son unos premios, los más importantes de la industria cinematográfica, que se los reparten entre lo mejor que ésta ha dado durante el año. Esa es la versión oficial, al menos. La versión extraoficial es que las productoras, ya desde la propia preproducción de las películas que preveen que pueden ser candidatas, destinan parte del dinero con el que las financian a hacer campaña entre los académicos que votan los premios para lograr llevarse los preciados hombrecitos dorados.

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Y ahora ya entro al trapo. Oscars 2013. No me gusta hacer quinielas sobre premios, me gusta más hablar sobre lo que sería justo y lo que es injusto. Según se han ido sucediendo varias ceremonias y entregas de premios de la crítica, ha ocurrido lo siguiente: Argo, y en concreto su director, Ben Affleck, se está llevando la mayoría de las condecoraciones. Algo huele a podrido cuando el otrora Daredevil no está ni siquiera entre los nominados a mejor dirección. También es notable la ausencia de otra de las direcciones más sólidas y destacadas del año, la de Quentin Tarantino por Django Unchained, para mí la película de su carrera en la que más maduro se le ha notado tras las cámaras. Y si continúo hablando de ausencias, me duele no ver a Looper, uno de los guiones más inteligentes, frescos y satisfactorios que he visto últimamente. Y la ausencia de The Dark Knight Rises, aunque previsible, da mayores galones, según la Academia, a Batman Forever, que sí que estuvo presente en su momento, que a la finiquitación de la trilogía nolaniana.

Por otro lado, tenemos una acumulación de nominaciones en las películas Lincoln y La vida de Pi. Parece que está todo a favor para que Spielberg salga triunfador y Ang Lee como gran derrotado. ¿Sería un justo resultado? Para el biopic del presidente norteamericano no, desde luego. Es un film con grandes pretensiones, interpretaciones magnilocuentes, que no deja de estar domesticado. En cuando a La vida de Pi, sería muy justo que no se alzara con ninguno de los grandes premios. Es una película con mensaje, llena de colorines y efectos visuales, potente en su forma, vacía en su contenido, y que se queda en simple cine de sobremesa. Hubiese sido mucho más valiente apostar por la ya mencionada Argo y por el western tarantiniano. Otra película que no debemos ignorar es Los Miserables, la cual creo que va a triunfar en premios a las interpretaciones. Anne Hathaway tiene su estatuilla casi amarrada ya. En cuanto a Hugh Jackman, se enfrenta a uno de esos actores que viven por y para recibir premios, Daniel Day-Lewis. Apuesto por el australiano porque ya he visto demasiadas veces a Day-Lewis haciendo el mismo tipo de interpretación bajo distintos roles. Ver a Lobezno como Jean Valjean es más sorprendente. No me atrevo a decantarme por ninguna de las actrices nominadas a mejor actriz principal, pero el otro actor, en el apartado de reparto, que está premiado por descontado es Cristoph Waltz. Intuyo que Django se conformará con ese Oscar y con el de mejor guion original.

Voy a finalizar aludiendo a las películas de animación, en concreto Rompe Ralph, y a Los Vengadores. No son películas de un estilo que suela calar entre este tipo de premios, de lo cual se deduce el conservadurismo de los mismos. Aún así, y bajo un punto de vista estríctamente crítico, son de las mejores películas que he visto en 2012. No solo se limitan a entretener, que es su objetivo principal, sino que tienen base y fondo para poder aspirar a más que a simples estatuillas técnicas. Me recuerda a los casos de El Caballero Oscuro o Wall-E, que en su momento fueron, para un servidor, lo mejor que se dejó ver por las grandes pantallas. Por lo tanto la objetividad, la imparcialidad y la justicia de tales premios es, desde luego, considerablemente cuestionable.